sábado, 25 de abril de 2009

VI Sesión del Seminario de Historia

Comunidad Indígena Kumiai de San José de la Zorra
Gerardo Díaz Valles (GDV): Le dije a Miguel Ciprés Tinoco que iba a venir al Seminario de Historia y estuvimos platicando, filosofando sobre el qué nos amarra a esta ciudad. Dice que el se ha hecho la pregunta, y estábamos comentando sobre el las escuelas en Rosarito. Dice que en el arroyo, al final, había choros; él me dice la importancia de la frontera, del clima, de los misioneros y de la etapa moderna. De los pobladores de 1950, posteriores a la II Guerra Mundial, de cuando iban a San Diego por el abasto medio de víveres, y se sorprenderían de cómo le hacían para llegar con los caballos, salían de aquí y de más allá abajo (al sur) y hacían cambio en Tijuana.
Me platicó de los años 50´s y de los primeros 9 (nueve) graduados de la secundaria, de la Escuela Secundaria por Cooperación No 15; una historia muy similar a la de la Escuela Obregón en Tijuana. Hay que recuperar las fotografías y voluntad, las influencias de aquellos americanos idealistas porque comenzaron a promover a Abraham Lincoln por ellos, muy de iniciativa propia, no fue de gobierno a gobierno. Me recuerda la influencia europea y la época de oro del magisterio, de la educación en México. De nuestros revolucionarios atrabancados que dejaron huella, como en la Normal Superior de México y que el magisterio cada año se iba a actualizar, además de las escuelas de oficios, y de las ciencias.
Y que de esta generación de entre 35 ó 40 chamacos, sólo nueve se graduaron, ellos fueron:
Lucrecia Sosa que ya falleció de cáncer.
Adrián Bonilla “El Pájaro”.
Miguel Ciprés Tinoco, abogado.
Miguel Camacho Bonilla
Cruz Félix Abrego
Hugo Ortiz
Bertha Arias Pérez, “La Chocolata”, hermana de Juvenal, hija de Pedro Arias.
Rodolfo González Pitones, arquitecto.


Platicando con Miguel, de los maestros recordaba a Eduardo Marquéz, Miguel Jiménez, Víctor del cual no se acordó del apellido.
Silverio Joya Estrada SJE: Presichi Ojeda, y Otilia, Genaro Ríos.

GDV: Y Miguel comenzó a recordar de maestros a Jorge Rubio, Jorge Ortiz Rubio y de Julián Blas Vázquez y que tenía sus dichos. Entre ellos que a Julián Blas le gustaba decir: “las cosas se hacen bien o no se hacen”. Que hasta en su forma de escribir fue muy definida. Me imagino que así eran estos maestros, Miguel me da a entender que todos los maestros de esa generación, que todos marcaron, que todos fueron líderes.
Ahí estábamos tratando de respondernos qué es lo que nos ata a Rosarito, llegamos a la conclusión que es eso; buscar las raíces históricas y recuperarlas.
Dice Miguel que la secundaria era un mascaron de adobe, que sería bueno tratar de recuperar fotos, y que estaba en forma de “C”, que el acceso estaba sobre el bulevar Juárez y que alguna persona ordenó cambiar la fachada; debe haber alguna foto de la escuela secundaria por ahí, que hay otras en Washington con el mismo diseño, y en Mexicali estaba la Álvaro Obregón, donde ahora están los jugos Kerns.

Felipe Islas O. (FIO): La Cuauhtémoc todavía esta, pero tiraron la Obregón, era de ladrillo rojo y estaba por las vías.

GDV: Reconstruyendo el pasado, me acuerdo del Camino Real Misionero, de que hay un sacerdote, de los historiadores, de los trasladados a San Borja, Eduviges, él sacerdote ponía mosquiteros, cornisas donde no era. Se mandó traer un labrador de piedra desde Zacatecas, era un jesuita, pero le daba al traste a toda la arquitectura. No sabía que la habían tirado.
Ese es el tema de la educación, pero también tenemos el tema de los indígenas, una cabalgata, y Andrés Vega quien es el jefe supremo tradicional, un día me tocó que andaba buscando al Gobernador José (Guadalupe) Osuna Millán por el supremo gobierno. Yo creo que los líderes deben de entrarle a este tema, esta muy cruzado, y luego unas firmas.

BST: Y de lo del juicio a los indígenas Kumias por despojo.

JCT: Yo fui cuando fuimos a hacer las mediciones, los deslindes, allá donde estaba la casa de lámina de la mamá de Fausto Díaz, en el Rancho “La Zorra”, que no es San José de la Zorra, fuimos con la autoridad judicial a tratar de demostrar que los linderos no eran los que ponía la persona invasora (Grupo LAGZA), y había que demostrar como vestigio la casa, decir que la casa era la evidencia y que no hubo despojo; pero la destruyeron y cuando llegamos con los actuarios del juzgado, llegaba Fausto y decía “mira, el abrelatas que se le perdió a mi mamá”, luego se encontró un palo y dijo “esa era la tranca (de la puerta) de la casa”. Y como a los indígenas les daba por guardar cosas, en los árboles cercanos tenia cosas, y llegaba a los árboles y decía cada cosas de que era, en el piso estaban todas ruinas de la casa quemada y todas las reconoció Fausto, hay una verdad de la señora Esperancita, ella está en el Rancho de la Zorra.

GDV: ¿Cómo se llama eso de mover linderos?

JCT: De manera científica se llama mover linderos, y la otra palabra es ratería.

José Kuri Gutiérrez López (KGL): Se sobreponen planos. Iniciando la administración del IV Ayuntamiento de Rosarito se le puso un alto en catastro, y ahora cruzan la información (para verificarla), antes había acceso ahora ya no.

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